Desde el momento que comenzamos los preparativos de la boda, sabía que escoger al fotógrafo era uno de los detalles más importantes. Pues además de que es el recuerdo que tendrás por siempre de tu día especial, necesitaba sentir un feedback especial, una chispa, una empatía… Había ido a varios eventos de ExpoBoda y aunque conocí varios fotógrafos y sus trabajos eran impecables, no me sentía a gusto con la personalidad de ellos. Generalmente, soy muy introvertida y a veces consigues fotógrafos que quieren sacar de ti algo que no eres. Por eso quería un fotógrafo que pudiera conocernos y saber cómo somos para capturar con su lente la esencia de nuestra historia. Un día estaba en mi trabajo y le pedí a Dios que me ayudara a conseguir un fotógrafo como yo lo quería jeje… Con mi petición a Dios, puse en Google “Fotografía de Bodas Caracas”. Y recuerdo que uno de los primeros links que aparecieron fue la página de Pedrito. Me metí y me ENCANTÓ su trabajo. Leí la sección “Lo que dicen mis clientes” y me impactó cómo cada comentario de agradecimiento iba acompañado de tantas muestras de cariño. Era una cercanía indescriptible. Eso me motivó mucho más a contactarlo. Le escribí un correo y me sorprendió que en menos de 5 minutos, Pedrito me había contestado con una amabilidad y cariño especial. Desde ese día —pasando por nuestro Civil, la ceremonia Eclesiástica y el Trash The Dress — hasta hoy, Pedro se convirtió en un valioso AMIGO. Más que ser nuestro fotógrafo, lo siento parte de mi familia. Una persona que puede comprenderte sin importar las presiones que estés llevando en medio de la organización de la boda o de si empieza a llover una hora antes de tu Civil al aire libre jajajaja. Que al momento de conocerte en persona te hace sentir como parte de su vida. Mi esposo y yo quedamos prendados de su talento como fotógrafo, pero también de su calidez humana, de su amistad y confianza. Pedro tiene la facilidad de interactuar con los familiares y amigos de los novios y caerle bien a todos. La gente queda fascinada con su forma de ser y de amar lo que hace. Le doy gracias a Dios por aquel día que respondió mi petición y me llevó hasta Pedro. Si algo fue perfecto el día de la boda, fue la puntualidad, responsabilidad, paciencia y cariño de Pedro y su equipo de trabajo. Al día siguiente de la boda, mi esposo y yo no hacíamos más que hablar de cómo quedarían las fotos y el video. Gracias por tanto, Pedrito. Te amamos.